viernes, 21 de diciembre de 2012

"Tato": MERO Y DENTÓN a jigging


Antes que nada, presentar a mi amigo Juanjo “Tato”. Últimamente no aparece mucho en foros con relatos y capturas debido, sobre todo, a que por unas cosas u otras tiene muy pocos raticos para meterse en el agua.
Todavía recuerdo aquella jornada en que a un grupete de kayakeros nos entraron las barracudas a jigging y pasamos un buen rato con ellas, pero en la foto, sobresalía aquella impresionante barracuda de 6,5 kilos capturada por este gran pescador que es “Tato”. Pronto o tarde le tenía que llegar su oportunidad y como vereis a continuación, no la desaprovechó.
Bueno, os dejo con su relato del que no he tocado ni una coma y que no tiene desperdicio. Enhorabuena, Juanjo.
Felices Fiestas a todos.
Saludos.
"Pescaatot"
 
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Todo comenzó un día después del almuerzo de empresa….
 A las 8 y poco de la mañana me disponía a entrar a pescar por mi zona habitual a aprovechar la calma del mediodía antes del levante, viendo de reojo al llegar que ya había dos kayaks en el agua y sabiendo que eran compañeros me dispuse a preparar la entrada presenciando un mar tranquilo que invitaba a entrar.
Ensillando mi montura mientras armaba las cañas para lo inesperado sucedían en mi mente imágenes de jiggs bajando sinuosos hacia lo desconocido, en esa zona donde el agua se torna transparente, y por mi mente pasaban fotos de compañeros de batalla con sus capturas y casi podía saborearlo, esa lucha, esa adrenalina, hacia que mis manos anudaran rápido los aparejos de las cañas para empezar la aventura.
La mañana sucedió tranquila, el mar en calma pero rugoso por la brisa, la ausencia de gaviotas predecía la ausencia de pelagicos, quizás alguna sepia que invitar a cenar ahora por navidades…jejejeje. Al llegar a los compañeros me dicen que de momento ninguna picada y tengo el placer de conocer a el compañero Quique y Jotremes, esperando al amigo Pedro seguimos con la pesca.
 
Después de mucho intentarlo, cambiar de zona unas 2 millas, derivar desde los 4 hasta los 15 metros en repetidas ocasiones sin picada alguna de ninguno de los tres llega Pedro y nos ponemos a pescar y a charlar y quizás sea uno de los mejores momentos para mi, el mar tranquilo, una charla de pesca con un buen amigo, viviendo experiencias pasadas como si fuera ayer, es a la vez también un poco triste en parte…rodeado de palangres kilométricos y comentando sin más remedio lo mala que esta la pesca y lo difícil que se torna entre los compromisos y el tiempo tener la opción a vivir un día bueno de pesca en el que conseguir alguna experiencia de porte…